Edito: Esta es la frase “Háblame con tu mirada, déjame sentirte con tus palabras”
Puedes encontrar la lista de todos mis relatos-escritos publicados en el blog acá.
De antemano, gracias por leer ^_^
¡Espero les guste! Y... leer sus comentarios...
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Sentada en mi cama apenas con la bata puesta, mis pies descalzos colgando del borde sienten el frío piso, afuera todavía no llega el amanecer pero a través de la ventana semiabierta y de la ondeante cortina se puede ver el tono grisáceo que anuncia que la salida del sol está por llegar.
Mis pensamientos son una maraña de ideas que no me molesto en tratar de entender, ideas revueltas que en mi cerebro pugnan por resaltar, cada una sintiéndose la más importante pero es inútil porque ya nada importa, ya todo perdió sentido.
Un suave roncar me devuelve de golpe a mi realidad, con el rabillo del ojo apenas lo puedo ver y de inmediato me repugna. Comienzo a pensar cuándo me dejo de gustar y no lo sé. También trato de pensar porqué ya no me gusta y sonrío con ironía, tampoco lo sé. “Vamos” me recrimino a mi misma, “¡Piensa, sé razonable!” pero al menos soy conciente de que con las cosas del amor nunca se puede pensar con racionalidad, así que con la misma velocidad que el pensamiento vino lo dejo ir.
Es gracioso para mí porque nuestras amistades nos ven como el matrimonio perfecto “que lindo es Jhon” me dicen todo el tiempo, “Es guapo y atento, ¿Qué más puedes pedir?” “Eres la envidia de cualquier mujer” y lo que más me molesta ¡es que tienen razón! Nunca he tenido una queja de él, nunca hubo un abuso, una infidelidad, una falta de respeto, es tan perfecto que casi asfixia, sofoca.
El frío aire de la mañana me hace tiritar y me alivia.... me hace pensar en aquella mañana que pasé al lado de mi verdadero amor, al lado de esa persona que ahora hace que me palpite el corazón acelerando mis latidos y que pone una sonrisa tonta en mis labios.
Mis pensamientos son una maraña de ideas que no me molesto en tratar de entender, ideas revueltas que en mi cerebro pugnan por resaltar, cada una sintiéndose la más importante pero es inútil porque ya nada importa, ya todo perdió sentido.
Un suave roncar me devuelve de golpe a mi realidad, con el rabillo del ojo apenas lo puedo ver y de inmediato me repugna. Comienzo a pensar cuándo me dejo de gustar y no lo sé. También trato de pensar porqué ya no me gusta y sonrío con ironía, tampoco lo sé. “Vamos” me recrimino a mi misma, “¡Piensa, sé razonable!” pero al menos soy conciente de que con las cosas del amor nunca se puede pensar con racionalidad, así que con la misma velocidad que el pensamiento vino lo dejo ir.
Es gracioso para mí porque nuestras amistades nos ven como el matrimonio perfecto “que lindo es Jhon” me dicen todo el tiempo, “Es guapo y atento, ¿Qué más puedes pedir?” “Eres la envidia de cualquier mujer” y lo que más me molesta ¡es que tienen razón! Nunca he tenido una queja de él, nunca hubo un abuso, una infidelidad, una falta de respeto, es tan perfecto que casi asfixia, sofoca.
El frío aire de la mañana me hace tiritar y me alivia.... me hace pensar en aquella mañana que pasé al lado de mi verdadero amor, al lado de esa persona que ahora hace que me palpite el corazón acelerando mis latidos y que pone una sonrisa tonta en mis labios.