Junio 2012: Juntos y revueltos By kroana

¡Holas! Pues ya toca la publicación del proyecto de este mes en Adictos a la Escritura. El ejercicio de esta ocasión consistió en repartir de manera aleatoria dos personajes y realizar un relato basado en ellos, acá les dejo el mío que espero sea de su agrado ^^ Me ha tocado astronauta y monarca arruinado....

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“Cuando llega el final de tus días, cuando ya tienes la certeza de lo que va a ocurrir, ansias que llegue y tu mente se llena de fantasías hermosas para finalizar tu vida, es entonces cuando te das cuenta que no has vivido bien.”

Recuerdo con exactitud –o al menos eso espero- estas palabras que solía recitar mi abuelo, no me las decía directamente a mí, en cambio las escuchaba cuando él hablaba con un viejo amigo: el astronauta. 

Cuando era niña me escondía detrás del roble viejo que estaba fuera de la casa de mi abuelo, un hermoso palacio como le decía por aquellos días. Era una casa de estilo victoriano que en otros tiempos había recibido infinidades de visitas y había sido la huésped de maravillosas fiestas, eso era lo que mi mamá me había contado: “En otra época hija, y si mi padre no hubiese dilapidado la herencia familiar… Ahora sólo nos queda el apellido, y en un par de generaciones ni siquiera eso.” Claro, cuando me lo dijo no entendí nada y yo como una niña buena y obediente simplemente asentí ante su declaración, años después entendería que mi abuelo era lo que llamaban: un monarca arruinado.

De sus conversaciones recuerdo que su amigo “el astronauta” le debatía que toda vida es una buena vida, que sólo hacía falta mirar el pasado a través de otro lente. Pero mi abuelo era un hombre necio y una vez que decía algo era prácticamente imposible hacerlo cambiar de opinión. 

Su amistad es una de las cosas que más recuerdo de mi infancia, después de todo ¿cuál es la probabilidad de que un monarca arruinado y un astronauta fuesen tan buenos amigos?

Lo único que me quedó claro de estos dos hombres es que ambos se arrepentían de lo que habían hecho, se lamentaban por lo que no hicieron y que estaban contentos con llegar al fin de sus días.

Nos leemos