Noviembre 2013: Yo by kroana

¡Hola! El grupo de adictos a la escritura ha vuelto a estar en funcionamiento luego de unas "pequeñas vacaciones", el mes anterior no pude participar, pero les traigo mi relato de este mes.

Puedes encontrar la lista de todos mis relatos-escritos publicados en el blog acá.

De antemano, gracias por leer ^_^
¡Espero les guste! Y... leer sus comentarios...
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Estoy dubitativo, asustado y muy nervioso. Las manos me sudan y no sé cómo ocultarlo. 

No quiero que lo note.

He preparado todo para esta noche, llevo semanas planificando todo, debe ser perfecto.

Elegí muy cuidadosamente en primera instancia el lugar: antes de nada cenar en un sitio muy romántico y de ambiente sobrio, luego queda elegir el momento adecuado. He pensado que ya avanzada la noche, después de muchas copas y botellas de vino pudiera ser el momento ideal para hacer mi movimiento.

Sí, realmente he pensado mucho en todos los detalles.

Y pasó. La noche llegó. La voy a buscar a su casa en mi auto recién lavado, en la puerta le ofrezco un ramo de rosas rojas y blancas, la noche comienza bien. Llegamos al local y todo va sobre ruedas, por cada gesto, por cada acción tengo la reacción esperada, pedimos la comida y la bebida, conversamos agradablemente y yo rezo en silencio porque los nervios no me vayan a delatar, trato de actuar lo más natural y calmado posible, pero a medida que la noche avanza las dudas empiezan a fluir sobre mí: ¿y si se niega? Pero no hay tiempo para analizarlo así que me lanzo sobre ella sin más.

 Pienso que mi momento llega y meto la mano en mi bolsillo, el restaurante está lleno a reventar y no puedo dejar de pensar en que quizá sea un error, pero no me detengo. Saco la caja y la pongo frente a ella. Con una coordinación perfecta llegó el mesonero con el violín y otro con el champagne mientras yo la abría.

Su sonrisa calmó todos mis miedos, y mientras el anillo brillaba a la luz de las velas y yo lo deslizaba en su dedo, su “sí” fue lo único que pude escuchar a kilómetros de distancia. El mundo se detuvo y comenzó de nuevo a andar a un ritmo diferente, al ritmo de mi vida y la de ella.

  

Nos leemos