kroana

Alerta: Puede contener spoilers de libros anteriores

¿Cuál es el límite de los sentimientos?

La confusión se ha disipado y ya no hay nada que perturbe la relación entre Patch y Nora. Han superado los secretos que se escondían en el oscuro pasado de Patch..., han atravesado mundos irreconciliables..., se han enfrentado a pruebas sobrecogedoras de traición, lealtad y confianza..., y todo ello por un amor que transciende los límites entre el cielo y la tierra.

Armados con la fe absoluta que tienen el uno en el otro, Patch y Nora se enfrentan ahora a un villano que pretende acabar con cuanto han luchado por conseguir de una vez y para siempre, incluido su amor.

Mi Opinión: Tercer libro de la saga Hush Hush, una continuación demasiado esperada por mí -y probablemente por todo aquel al que le gustó Crescendo- y a la que le di, por diversos motivos, muchas largas... Valió la pena la espera.

Este libro está lleno de mucha acción y mucha intriga, transcurre al igual que los libros anteriores muy rápido, los sucesos se hilan de una manera genial y la personalidad de los personajes es congruente con lo que ya conocemos de ellos. Vee sigue siendo la mejor amiga de Nora, con su personalidad extravagante  y sus ocurrencias que tanto me hace reír,

"-A eso me refiero -añadio Vee, golpeando la mesa con la palma de la mano-. ¿Cuántos años crees que tiene? ¿Veinticinco? A lo mejor en realidad es el hermano mayor de Marcie. ¡Quizás tenga un complejo de Edipo y la madre de Marcie es su mamá y también su mujer!"

Marcie tiene la misma personalidad antipática y arrogante que tanto detesto pero que me dio un par de sorpresas, sobre todo por el peso de las verdades ocultas sobre el pasado de ambas.

"...Sabía que había muchas cosas que no comprendía, pero creer que el novio de Marcie me hubiese dado algo era muy difícil de imaginar. Ella y yo no compartíamos los mismos amigos.No éramos socias de los mismos clubes. No coincidíamos en ninguna de nuestras actividades extracurriculares. Resumiendo: no teníamos nada en común."

De nuevo Nora se ve envuelta justo en medio de ángeles y nefilims, la guerra ya fue declarada y hay q también tomar bando pero... ¿cómo hacerlo cuando no recuerdas el porqué? Los enemigos ya no están ocultos y Patch y Nora deben juntar fuerzas si desean seguir con vida.

El libro se centra en los nefilims y sus planes, especificamente en el plan que tiene la Mano Negra, a un ritmo realmente cómodo la historia va desentrañando todos sus secretos y es increíble ver lo mucho que queda por conocer,

"Luego procuré poner la mente en blanco y tranquilizarme. No tenía que comprenderlo todo de inmediato. Sólo tenía que tener fe. Extendí la mano y cerré los ojos armándome de valor; me sentí agradecida cuando Jev me tomó la mano y me guio hasta tocarle la espalda."

Patch... a Jev lo adoro cada vez más, siempre haciendo lo acertado, siempre diciendo las cosas más hermosas siempre amando a Nora... ¿Cómo resistirse a sus encantos? Hay mucha tensión y pasión contenida,

"...La puerta del conductor se abrió y, en medio de la penumbra, alguien se apeó. Un hombre alto. Llevaba tejanos holgados y una camiseta de béisbol de color azul marino y blanco, arremangada hasta los codos. Una gorra de béisbol le ocultaba el rostro, pero pude ver su mandíbula fuerte y la forma de su boca, ya la imagen me sacudió como una descarga eléctrica..."

El rumbo de la historia fue totalmente inesperado. Se disipan muchas dudas y detalles que no habían sido aclarados del todo en los libros anteriores. Un final inverosímil, que me dejo una sensación confusa, como de: ¿ya acabo, lo vas a dejar así? Es que suceden tantas cosas y de manera tan rápida que es un poco complicado asimilar todo a la vez. Y al igual que con Crescendo, Becca deja la historia en un punto crucial con muchas incógnitas por resolver que hacen necesario leer el cuarto libro de esta genial saga de ángeles caídos.

Un libro que disfruté un montón leyendo, una historia que me sigue encantando...