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Crónicas Lunares I
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Bienvenidos a Nueva Pekín, metrópoli central de un mundo futuro donde humanos, ciborgs y androides coexisten en precaria convivencia, amenazados todos por una extraña y caprichosa plaga mortal para la que los científicos no encuentran cura.
Esa es la ciudad en la que vive Linh Cinder o, simplemente, Cinder, una ciborg que, por serlo, es odiada y despreciada por todos, y sobre todos, por Adri, su madrastra, cuyo amor y respeto jamás ha tenido a pesar de que gracias al trabajo de Cinder ella y sus dos hijas, Pearl y Peony, pueden salir adelante y aparentar más de lo que son. Aunque no todo son malas noticias: Peony es su mejor amiga. Su mejor amiga humana.
Sabe que no lo logrará, pero no deja de alimentar la esperanza, que sabe vana, de ganarse el favor de su familia y de ir, ¿por qué no?, al baile real que cada año se celebra en Palacio. Pero es el cuento de nunca acabar porque Adri, que no deja de prometerle lo mejor para cuando acabe lo que sea que tiene que hacer, siempre le tiene guardada una tarea nueva, que arregle el levitador o cualquier otro cachivache.
Porque Cinder es la mejor mecánica de Nueva Pekín, y tan grande es su fama que el mismísimo Príncipe Kaito, heredero de la Comunidad Oriental, ha acudido a su cuchitril en el mercado para confiarle el arreglo de su androide. «Contiene información confidencial y es una cuestión de seguridad nacional que la recupere… antes de que lo haga otra persona», le explica.
Vale, Cinder es una ciborg pero no es de piedra, y ese príncipe se demuestra capaz de alterar todos sus circuitos. Pero se cierne sobre ella, sobre ellos, una amenaza más grave que el enamoramiento: la de una fuerza procedente del espacio exterior que aguarda el momento adecuado para atacar la Tierra.
Debo admitir que este libro me costó leer al principio, casi pasado el 25% de la historia es que logró engancharme. Y no, no es que tenga algo de malo o que empiece lento, es simplemente que me imaginaba la historia como una nueva versión del cuento de la Cenicienta estilo Disney, pero entonces cuando veo que la protagonista, a pesar de tener una madrastra abusiva, no es para nada sumisa, me fui al otro extremo y me dije: "entonces es una versión del cuento de la Cenicienta original" y seguía sin engancharme.
Por fortuna, yo estaba total y completamente equivocada, la historia que nos trae Marissa es de todo menos una nueva versión de la Cenicienta. Sí, tiene elementos que se pueden comparar al cuento pero ahí queda todo, la historia es 100% original. Otra de las cosas que me gustaron mucho del libro es que no es una historia de romance, de nuevo, pensaba que sería así, pero la historia se centra en algo mucho más allá que la vida sentimental de Cinder, y aunque hay un poco de romance, no es el centro de la trama.
La protagnista, Cinder, es una adolescente ciborg en Nueva Pekín, se desempeña como mecánica pero también es mucho más. A lo largo del libro la conocemos, sabemos lo que piensa, cómo piensa, sus motivaciones y cada detalle de su vida, lo que hace que logres empatizar con ella y con su sufrimiento ciborg. Por otra parte, es de caracter fuerte y a pesar de las circunstancias se mantiene fuerte y estoica, esto es lo que más me ha gustado del libro.
Hubo algunas cosas muy predecibles del libro, desde sus inicios incluso, pero también muchas cosas intrigantes que me sorprendieron de buena manera, considero que la autora supo manejar bien a los personajes, aunque también me parece que se pudo dar más profundidad a alguno de ellos, comenzando por el príncipe Kai. Es que al final me quedé con muchas dudas sobre él: lo que piensa, lo que siente, sus motivaciones, lo que hará... Y como ya para el siguiente libro se cambia de protagonista, a pesar de que la historia de la saga continúa, me parece que sabremos poco de él, ojalá y me equivoque pero ya veremos.
La narrativa de Marissa me fascinó, es fácil imaginarse el mundo en que vive Cinder, con todos sus detalles futuristas y en poco tiempo te acostumbras al lenguaje nuevo: telerredes, com, levitador, etcétera. Un personaje al que le tomé mucho cariño fue a Iko, y por supuesto no me gusta la reina Levana, aunque por ahora solo me desagrada, al final todo lo que sabemos de ella son sus intenciones y los rumores de las cosas que ha hecho, es un personaje de los malos que está muy bien hecho pero en el que no se ahonda aún.
Seguiré con esta saga a ver cómo se logra solucionar el conflicto principal de la serie, después de todo, la historia apenas comienza.
Nos leemos